La generalidad de las mamás son valientes, luchonas y amorosas, pero a diferencia de algunas personas que critican a las mamás adolescentes por su aparente irresponsabilidad y se burlan de la forma en que ellas dicen sentirse bendecidas, yo las admiro.
Obvio no admiro el hecho de que alguna no le ponga atención a su hijo por estar en la pura fiesta, que las habrá aunque no conozco ninguna… aunque hay que aclarar que eso de no estar al pendiente de tus hijos y la evasión de tus responsabilidades no es algo exclusivo de adolescentes, hay mamás y papás de cualquier edad que por la fiesta o el trabajo o cualquier cosa no se hacen presentes ni responsables de sus hijos.
Pero admiro la valentía de las mamás adolescentes, porque a pesar de lo que seguro dirá o pensará la gente de ellas, del posible regaño o incluso rechazo de sus padres, de que no han concluido sus estudios universitarios, de preparatoria o incluso secundarios, de que algunas veces el padre no estará presente por cualquier razón, deciden asumir la nueva responsabilidad en ese momento, ver el lado positivo de este gran paquete que es la maternidad y dar amor a esa personita que está dentro de ellas.
Yo me embaracé a los 22 años, cuando aún me faltaban unas cuantas materias para graduarme de la universidad, no es súper joven ni era una adolescente, pero al menos en mi contexto social no es lo más común, y en efecto sentí un poco de presión del qué dirán, sentí miedo de decirles a mis papás y no estaba segura de lo que tenía que hacer con respecto a la relación con el papá de mi bebé. Aún ahora muchas personas me ven con mi hija y me dicen «pero si estás bien jovencita», incluso hubo una vez cuando Clari estaba de meses que un señor mayor me dijo «tu esposo es un asalta-cunas», yo sólo sonrío porque no sé qué esperan que les conteste: «sí, soy demasiado joven para ser mamá pero fue un accidente, lo siento», o «no, tengo 33 pero me veo muy joven». Obvio hay gente que lo dice con vibra normal y no me molesta pero hay unos que lo dicen de forma extraña y bastante incómoda. Y pienso en las mamás que tienen a sus hijos a los 18 o 15 años, o incluso antes, que la verdad ni siquiera me lo imagino. Ha de ser un poco desesperante escuchar comentarios de este tipo todo el tiempo, y muy desesperante leer cosas en internet como «presumen su ultrasonido en facebook cuando unos meses antes pensaban en abortar», o burlándose de que son las abuelas las que suelen cuidar al bebé, o todo lo relacionado con «haber arruinado su vida».
La vida no se arruina por tener un hijo, si se arruina (que no creo a menos que la persona afectada lo sienta así) es por la sociedad machista y juiciosa, con pocas oportunidades para todas las madres en general y para todos los jóvenes en general de desarrollarse como cada quien quiera. A los 18 años eres lo suficientemente mayor para beber alcohol, tener sexo consentido (incluso antes), para votar por tus gobernantes, para abortar en el DF, pero no para ser madre o padre. Para eso no importa la edad si no lo que la sociedad machista-feminista dicta sobre tu futuro: que a los 22 debes graduarte de la universidad, luego trabajar porque lo que más importa es tu desarrollo profesional como mujer y no quedarte en casa a cambiar pañales, viajar porque los niños y un esposo te impiden viajar, luego a los 30 o más casarte y empezar a tener niños pero sin descuidar tu carrera, pero sin descuidar a tus hijos pero sin descuidar a tu esposo pero sin descuidarte a ti misma.
Las campañas de prevención del embarazo adolescente están llenas de juicios, nos meten en la cabeza desde pequeños y durante toda nuestra vida que aquella que se embarace antes del matrimonio es tonta, irresponsable y fácil. Por cierto que casi nadie habla sobre los hombres y su responsabilidad al decidir tener relaciones y al momento del embarazo, siempre se pintan como el enemigo que presionará y presionará y que las mujeres inteligentes y decentes tenemos que esquivar. Y luego todavía queremos que no hayan abortos si la pobre mujer joven y sí, inmadura, siente que se le viene el mundo encima cuando se embaraza: no hay dinero, no hay oportunidades, no hay apoyo, no hay comprensión.
No estoy tratando de motivar el embarazo adolescente, claro que debe de haber campañas de educación sexual y preventiva del embarazo, una guía para los adolescentes sobre la edad y la forma adecuada para empezar su vida sexual y sobre planificación familiar, para que todos, hombres y mujeres de todas las edades tomemos decisiones conscientes sobre nuestra sexualidad y sus implicaciones, pero no cosas como estas:
Asco de imágenes y lo peor es que muchas mujeres sienten esto. Aquí en mi ciudad, en México, hay unos espectaculares buenísimos donde dice: «Necesitamos… estudiar» y dos chavos como de 18 años con cara de miedo-fastidio con la mujer cargando de mala gana a un bebé llorando. Un bebé no debe de ser un obstáculo y hasta que este tipo de campañas dejen de existir sentiré que el machismo (y adultismo) está por erradicarse, porque lo único que hacen es encasillar a las mujeres, impulsar más el aborto que la anticoncepción o la abstención (que recordemos es el único anticonceptivo 100% confiable… a no ser que seas la virgen María) y dar permiso a la sociedad y al gobierno para no apoyar a las madres que quieren estudiar o trabajar con buenas prácticas como por ejemplo una simple baja de maternidad por un período decente para papá y mamá, horarios flexibles y formas de estudiar y trabajar que podamos acomodar a nuestra conveniencia. Porque hoy la discriminación a la infancia y a la madre se nota hasta en un restaurante donde no hay un cambiador en el baño, o incluso donde sólo hay cambiador en el baño de damas y no en el de caballeros, o un avión donde la gente se queja de un bebé llorando o esos carteles que te recuerdan mantener a tu niño tranquilo en una clase de aerobics como si no supieras que las otras mujeres no quieren estar saltando a un toddler mientras hacen ejercicio, o una universidad de las más caras del país que le da servicio de guardería únicamente a mujeres que trabajen ahí, no hombres, no alumnas. Sí, tal vez soy una intensa pero yo a eso le llamo discriminación, porque te cierran las puertas y te quitan posibilidades cuando no tendría que ser así por defecto.
Por todo esto es que admiro a todas las mamás, pero en especial a las más jóvenes porque perfectamente pudieron haber decidido no tener a su bebé y hacer como que nunca sucedió, pero en vez de eso, cruzan la calle con la frente en alto cargando a su bebé de 12 kilos cuando un automovilista se digna a darles el paso.
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MamiMonster 
¡BRAVO! Me encantó esta entrada y muy cierta sobre todo esos terribles mensajes que dan las instituciones que buscar evitar los embarazos en adolescentes, sin duda el problema de los embarazos a temprana edad se trata de un tema mucho mas profundo que el desconocer los métodos anticonceptivos. Son muchas las aristas que habría que analizar y como es casi imposible, lo que deberíamos hacer es empoderar a las mamás jóvenes. Justo estoy «tratando» de hacer una entrada de las mujeres que hayan sido mamás jóvenes y posteriormente se hayan convertido en científicas, escritoras o empresarias, la verdad es que me está costando mucho trabajo y no por que no existan si no por que en general a la sociedad no le interesa mostrar ese tipo de ejemplos para motivar a las que somos mamás jóvenes. Te mando un abrazo 🙂
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Claro! es un tema muy amplio, estaría super chido que armaras esa entrada. La otra vez escuché en el radio un programa donde platican con varios chavitos de diferentes temas y ese era del embarazo adolescente y uno mencionó que hay que cuidarse porque si no «todo lo que has estudiado y todo lo que tus papás han trabajado se va a ir a la basura» y yo así de :(… que mal que tratando de evitar el embarazo a tempranas edades apliquen esos cocowash tan tristes… y lo peor es que todos crecemos creyéndolos. Qué bueno que no soy la única que pienso así. Saludos!
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