Hace poco en un grupo de mujeres en Facebook alguien lanzó una pregunta con una pizca de desesperación y juicio que cuestionaba a las mujeres del grupo sobre la maternidad: ¿Cuál es la motivación para tener hijos? Y esta mujer se preguntaba algunas otras cosas también: Considerando el estado del mundo, ¿será puro capricho, razones vacías, presión social?
Y por supuesto, como sucede en los grupos de Feis, esta pregunta y la forma en que se planteó tocó fibras clave en las mujeres que la leyeron. A mí me interesó mucho leer y conocer las posturas de las demás. La mayoría un poco o bastante ofendidas, una que otra expresando seguridad en su postura antinatalista y otras tantas expresaron que se hacen preguntas similares al verse confrontadas en su vida con la posibilidad (¿y la encomienda?) de tener hijos o incluso más hijos de los que ya tienen.
Así que como si no tuviera otra cosa que hacer, me di el tiempo de redactar mi respuesta esperando expresar empatía pero sobre todo mis reflexiones sinceras al respecto. Y como la situación me dejó con los pensamientos alborotados y porque es de hecho un tema que me apasiona, decidí escribir un post un poco más completo al respecto por aquí y compartirte algunos videos interesantes sobre el tema.
El mundo no necesita más seres humanos
Uno de los argumentos que las personas que comulgan con una ideología más antinatalista, es que el mundo estaría mejor con menos seres humanos o sin humanos en absoluto. Las personas destruimos el planeta con guerras y sobreexplotación. Y muchos tenemos temor de cómo será el mundo en un futuro: ¿habrá suficientes recursos naturales para todos? ¿las guerras químicas y biológicas serán el pan de cada día? ¿Qué tipo de vida les espera a nuestros hijos, nietos y bisnietos?
Es cierto que el mundo se encuentra en una situación complicada en muchos aspectos, en especial el ecológico, pero por otro lado, creo que la vida humana siempre ha sido hasta cierto punto complicada: La calidad de vida, el nivel de conflictos mundiales, la hambruna, la desigualdad económica, la desigualdad entre hombres y mujeres, la ignorancia generalizada sobre cómo funciona el mundo; todos son aspectos que se han mejorado conforme ha pasado el tiempo y el ser humano ha descubierto más conocimientos y desarrollado nuevas formas de hacer las cosas.
El problema no es tanto la cantidad de seres humanos si no el cómo vivimos y distribuimos el bienestar. Si te preocupa el planeta o cualquier otra causa, haz algo durante tu vida para mejorar la situación en vez de estar haciendo cara de fuchi cuando ves a un niño. Y si decides tener hijos, no hay mejor lugar y momento para expandir tus propuestas y el alcance que tus valores y acciones tienen en el día a día que la crianza ¡Aprovéchalo!
Obviamente nos queda muchísimo como sociedad para llegar a un punto sustentable en nuestro modo de vida y para optimizar lo más posible nuestro existir sin dañar al planeta y a nosotros mismos. Pero creo que es cuestión de ver el vaso medio lleno en vez de medio vacío. Necesitamos seguir avanzando y mejorando nuestra propia existencia y yo soy de las que piensa que hay pocos momentos en la historia tan convenientes para nacer como hoy.
Tener hijos es natural y bello
Tener hijos deseados es de las experiencias más hermosas. La crianza y ma(pa)aternidad son experiencias de lo más enriquecedoras, y además son naturales. El deseo de reproducirnos, cuidar y criar es natural y es muy loable. Tanto que ahora a pesar de que muchos no tienen hijos ya sea por decisión consciente o no, la mayoría de estas personas terminan decantando su atención por sus perritos, gatitos, plantas o sobrinos. Las labores de cuidado son naturales y deseables en el ser humano.
La familia es otra estructura natural y bella, y que aporta muchas cosas positivas tanto al ser humano como individuo como a la sociedad, y que realmente no existiría como tal si la reproducción y la crianza no fueran parte básica de este modelo. El apoyo incondicional, la experiencia de socialización cercana, la seguridad… Son cosas que la familia no sólo brinda si no que tiene como objetivo brindar. Prácticamente ninguna otra estructura o institución tiene este objetivo y razón de ser. A pesar de que obviamente no es necesario traer niños al mundo para ser una familia, estas son excepciones y no la regla de la formación y mantenimiento de una familia.
El ser humano sí necesita más seres humanos
Claro, si todos decidimos suicidarnos en masa, sería super cool para el planeta (tal vez), pero eso no va a pasar, así que solamente educando generaciones nuevas es como se dará el cambio. Lo que dura una vida humana no es suficiente para mover a toda una generación de millones de habitantes, pero ir pasando nuestros conocimientos tanto científicos, como sociológicos, emocionales o de cualquier índole, es como la humanidad podrá desarrollarse y desarrollar una forma de vida más sustentable.
A pesar de que creo que el ser humano nunca podrá ser perfecto y nunca llegará el día en que no haya ni una guerra ni un abuso, sí se pueden ir moldeando las sociedades para un mejor funcionamiento y para eso necesitamos nuevas mentes y nuevas personas bien educadas.
Por otro lado, si la gente de pronto dejara de tener hijos, en primer lugar habría un terrible caos pues la vida humana y la calidad de vida no se puede sostener sin nuevas generaciones, y en segundo lugar dejarían de existir los niños, y eso sería terrible para la humanidad porque los niños son los que nos enseñan la inocencia, el amor puro e incondicional, y nos hacen querer protegerlos y ser mejores para ellos.
Creo firmemente que un mundo sin niños sería lo más triste y negro que puede haber. Los niños son la parte más hermosa del ser humano.
Entonces no sólo se trata de ir caminando hacia la extinción del ser humano como especie, la autodestrucción en nombre del bienestar del planeta, si no hacia la soledad, la pobreza y el sufrimiento de las futuras generaciones antes de esa honorable extinción. Una muerte de la especie humana lenta y nada deseable.
La obsesión por crear nuevas vidas
Por otro lado, algo que sí me parece que debe cambiar es nuestra visión un poco egoísta de la perpetuación de nuestros genes. Al mismo tiempo que reconozco que es natural desear vivir todo el proceso reproductivo desde la concepción hasta el nacimiento, la lactancia y la crianza en sus primeros años, y es natural que instintivamente busquemos reproducirnos, es decir que estos deseos e impulsos no son para nada condenables ni negativos para la sociedad ni algo que deba de parar, también creo que la adopción debería ser mucho más común.
Para las personas que precisamente no desean traer más seres humanos al mundo, la adopción debería ser una opción mucho más factible, mucho más real y mucho más común. Y en general para todos, ir trabajando hacia un ideal donde todos los niños que puedan ser adoptados, tengan una familia que los adopte y los eduque.
En lo personal, si tuviera una posición más cómoda económicamente, me gustaría plantearme esta opción mucho más seriamente. Y sé que no es algo para todos y que no es cualquier cosa que se hace con una mano en la cintura, y no es tampoco para que se nos juzgue a todos los que en vez de adoptar hemos deseado y dado vida a hijos biológicos, pero sí creo que se debería normalizar mucho más la adopción.
Y ya estando aquí, eliminar la «gestación subrogada» por completo, sería una muestra más de que valoramos la vida de los niños y de las mujeres por encima de nuestro deseo de obtener un niño a nuestro gusto. Los niños no se deberían producir a nuestra conveniencia. Si yo no puedo tener hijos biológicos, puedo voltear a ver otras opciones para cumplir mi anhelo, desde adoptar hasta involucrarme en el acompañamiento de la infancia de cualquier otra forma.
Los niños son los que tienen derecho a una familia, no los adultos a tener hijos de cualquier forma posible ni a producir y comprar bebés para satisfacer una demanda como si la vida humana fuera un producto cualquiera. Y no se trata solamente de explotación reproductiva (que ya de por sí arrastra esto un sin fin de cuestionamientos éticos), si no de valorar por encima de todo el bienestar de todos los bebés desde el primer segundo del nacimiento. Cómo es posible que esté tan difundida la idea de «No compres, adopta» para los perritos, y al mismo tiempo la misma gente que dice preocuparse por el trabajo justo y las desigualdades sociales, esté luchando por legalizar la compra-venta de embarazos y bebés.
Decidir no tener hijos
Por último quiero recalcar que definitivamente nunca hay que tener hijos solo porque sí, porque se supone que debes tener, o por miedo a quedarte sola, o cualquiera de esas razones extrañas. No es nuestra obligación como mujeres ni nadie tiene por qué sentirse responsable de dejar descendencia directa ni sentirse menos porque no desea o no puede concebir.
La maternidad y paternidad son la más grande responsabilidad y la crianza es el trabajo más importante y como tal debería de tomarse al momento de tomar la decisión de serlo o no. Y también como tal debería ser visto por la sociedad para que si decides no tenerlos sea porque así lo deseas, y no por miedo y por falta de oportunidades.
Es válido no desear tener hijos y está bien. Pero tanto tenerlos como no tenerlos, o tener más de los que ya tienes, debe de decidirse de una forma muy consciente, no desde el qué dirán ni de las imposiciones familiares o sociales. Yo creo que en menor o mayor medida todas las mujeres nos sentimos presionadas y juzgadas para un lado o para el otro. Nunca se podrá dar gusto a todos y siempre va a haber alguien que te critique pero tú eres la dueña de tu vida y, mientras no pases por encima de nadie, sólo necesitas de tu propia aprobación.
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